Como decíamos ayer...
Se jugó un torneo para celebrar el final de la gran temporada de rugby XV entre los distintos, -y sanos- grupos y tendencias que hay dentro del equipo femenino. Ambiente competitivo, agitado con la amenaza de la crítica y retirada de la líder que ha gobernado con absoluto éxito y determinismo las galaxias durante los dos últimos años.
Los equipos:
-EL LADO OSCURO: Organizadas; pragmáticas. Con fichajes de última hora de Darth Vader y Sith Darth Sidious. Despiadadas. Aparecieron en el campo tras la formación de la Estrella de la Muerte. Dispuestas a acabar con la alianza rebelde que han tenido que aguantar toda la temporada. Un estilo de juego sabio y útil que ha creado carácter en el CRM. Grupo al que todas quieren derrotar pero nadie puede, y al cual muchas postulan sin darse cuenta.
-Al otro lado del espacio estelar; las favoritas. La Alianza Rebelde se constituía como ZORDAS. La marca del libre albedrío universitario made in Arriaza. Llenas de códigos, himnos, y de experiencias internas de autoafirmación que proclaman incansablemente para fortalecer su identidad. Sobradas de clase, talento, y de embaucadora seducción para amenazar a toda la Galaxia.
- Y por último; LAS INOMBRABLES. Toda una incógnita. Un eclecticismo de estilos de diferentes planetas. Menos dogmáticas y más libres donde cabe todo el mundo. Una mezcla de savoir-faire capitaneadas por campesina (la del baile punta-tacón-con los codos hacia fuera), el amor de la ardilla, la experiencia de Isis y Rose, la planetaria Russian Standard, además por supuesto de “las chicas del B”. Un puro cocktail de dinamita que nadie a priori tuvo en cuenta.
EL TORNEO, O LA VICTORIA DE LAS AUTÉNTICAS.
El torneo fue sangriento a espacio abierto. El orgullo estaba en juego. Las Zordas, favoritas para la ocasión, murieron en su propia contradicción. Del talento y clase que tienen pasaron a la falta de efectividad que las lleva condicionando desde hace tiempo por el miedo a tomar decisiones en la batalla. Un miedo que las ha alejado de imponer la nueva República; la nueva era que pregonan en sus canciones.
Aunque si bien la fuerza estuvo de su lado y pudieron derrotar a la Estrella de la Muerte (seduciendo hasta el propio árbitro Darth Vader), no lograron imponer su calidad a un sorpresivo Halcón Milenario vestido de azul en el que viajaban Han Solo, Cheewaka, la Princesa Leia, R2D2, y otras planetarias inombrables.
Un desequilibrio muy grande de la fuerza se notó desde el principio... La joven Jedi Luc Ballesteros gran culpa tuvo de ello, y como MVP en la jornada de ayer, llevó al traste todos los sueños del Imperio y de la República.
La victoria fue por tanto para las Inombrables. Sublimes. Sin líderes ni grupos que los de su propia personalidad individual. Auténticas. Sacrificadas en defensa, espontáneas y sin miedo a ejecuciones en ataque.
Kant decía que lo sublime es ese nivel de estética que no podemos recoger en palabras. Esa sensación de belleza y magnitud que nos desborda al ver el cielo estrellado en la noche. Las inombrales fueron simplemente sublimes. Impronunciables. Inclasificables. Inefables. Al fin y al cabo; superiores. Dueñas de ese espacio estelar.
¿un nuevo estilo amenaza la galaxia majariega?