domingo, 3 de octubre de 2010

Egoísmo necesario

Cualquiera que conozca medianamente el deporte del rugby, e incluso el que no, podrá identificar nuestro juego como uno de los deportes de equipo con más sentido colectivo. El equipo, el club, son casi siempre los protagonistas de las crónicas y los recuerdos, de las leyendas de tercer tiempo. Cuando desarrollar la práctica del rugby, en el amplio sentido de la palabra, requiere a menudo tantos sacrificios y momentos contra la lógica y el natural instinto de supervivencia personal, está claro que algo especial se obtiene del sentimiento común de defender una camiseta junto a los compañeros de equipo. Los lazos que se establecen cada 30 segundos de apretar el pulmón en un Fartlek, en cada melé a defender en la 22 propia, o en cada sesión de concierto de viento en las concentraciones de equipo son sin duda los auténticos compuestos anestésicos de tanto golpe recibido y tanto tiempo robado a la vida normal de las personas.

A veces, esta supremacía del colectivo frente al individuo permite camuflar múltiples carencias, no ya en las habilidades del jugador, sino en su progresión y en su potencial participación en el juego colectivo. Qué gran contradicción es el que haya muchos jugadores de rugby que se instalan tranquilamente en el curso del equipo sin atreverse nunca, o sin que se les imponga o ni tan sólo les hagan ver, a ir más allá de su espacio de confort en búsqueda del propio éxito. Digo contradicción porque ese éxito personal terminará redundando en una mayor y mejor aportación al juego de equipo.

No se trata de ser Fernando Alonso y anteponer las ansias personales de triunfo por encima de todo, es cuestión de tomar consciencia y asumir la responsabilidad que todo jugador tiene a la hora de ayudar a que su equipo juegue o entrene mejor que la semana anterior. No ir subido a la barca sin más sabiendo que el río ya la lleva aguas abajo, sino remar voluntariamente para sortear los peores remolinos y llegar a dominar los rápidos. Analizar el trabajo personal, evaluar la aportación propia en el esquema del juego colectivo, ser el primero en saber cuándo y en qué se está fallando y tener la voluntad y el compromiso personal de corregir defectos. Ese es el mejor regalo que le puedo hacer a mi equipo, ser egoista como medio para llegar a un mejor fin colectivo.


No me creo las excusas generacionales de quienes sostienen que en nuestra sociedad actual los jóvenes no saben sufrir. Si son capaces de pasar frío cuando hacen botellón, lo pueden pasar entrenando. Claro está que a cambio tienen que obtener una dosis de satisfacción que les despierte ese gusanillo hasta que queden definitivamente enganchados. No saber despertar esa auto-consciencia de necesidad de implicación y búsqueda de la excelencia es muchas veces carencia de los entrenadores más que de los propios jugadores en formación. La inspiración y el liderazgo se fomentan en el mundo anglosajón de manera mucho más clara que en España, ay Carmela, con notables resultados.

El primer equipo masculino de Majadahonda está en una adecuada fase de progresión en su esquema de juego colectivo. Con una plantilla ciertamente escasa para el reto asumido esta temporada, debería invertir tiempo y esfuerzo no sólo en seguir aportando al juego colectivo un orden que se hacía imprescindible, sino tambien el trabajo personal de querer maximizar el retorno que cada uno de sus miembros deja sobre el terreno de juego. Me conformaría con que todos los jugadores hagan un poco mejor no sólo lo que hacen, sino que se planteen lo que ni siquiera aún no saben que pueden hacer. Industriales no hace mucho más, pero esa diferencia supone 5 ensayos de ventaja en un partido.

8 comentarios:

Antifón dijo...

Egoíste!

Anónimo dijo...

Alguien puede poner una resumen técnico. Es decir Resultado, anotadores y alineación. Graaacias.

Anónimo dijo...

Poco a poco, yo no creo que la plantilla sea corta pero echo de menos mas hambre por parte de todos. Sin eso los partidos no se ganan. Tenemos que volver al ritmo de esta categoría, todavía se nos nota muy lentos en muchos aspectos del juego. Sobre el partido, mezcla en la alineación de A y B, Jaime, Nacho Talona, Javi, Fran y Alvaro, Tomy, Fonti y Juan, Pipas, Juanillo, Pichi y Umbral, Colmenero, Piña y Pedrito. Tres ensayos en contra en los primeros diez minutos horribles. Ensayo a mitad de primera parte y hasta el minuto setenta se mantuvo 20-7. Me parece que el resultado final fue 30-7. Indus tenía las cosas mas claras, mas trabajadas y lo hacía todo mas rápido. Queda mucho trabajo. Un saludo. Umbral

Anónimo dijo...

Las chicas quedaron 17/21 igual numero de ensayos, pero no transformamos dos. Buen ritmo para ser el primer partido de liga, muy buen juego en la delantera y algunas cositas que mejorar en las tres cuartas donde esparamos la recuperacion de todas sus lesiones y llegar al cisneros a tope. Muy bien nos viene este fin de semana de descanso.

Anónimo dijo...

El 130 - 0 que le metieron a los Juveniles???

Mica dijo...

Genial el nuevo formato de MdT con mini-resúmenes de la jornada al márgen y secciones independientes para los diferentes equipos. Gracias por el curro, Antifón, Garganta e Isis.

Anónimo dijo...

¿Que ha pasado con el cadetes-gate?. ¿Quien va a ser el entrenador definitivo?. Tenemos un problema enorme con los juveniles. Creo que el resultado correcto es 0-88 pero bueno, aún así... Un saludo. Umbral

Anónimo dijo...

Por lo visto los entrenadores de cadetes son Piti y Daniel Yuste, tras dimisión de Isis.