
El sábado se disputó el torneo de Rugby de Otoño del CRC con resultados muy flojitos para nuestras categorías más pequeñas. El CRC es un club que a pesar de renunciar a la División de Honor por motivos económicos es capaz de mantener este Torneo que empieza a coger más importancia cada año. No será el único, ya que se organizará también el Torneo de Invierno de Alcobendas, el del Salvador, el Torneo Internacional de Boadilla, etc… Torneos a los que suele acudir Majadahonda cada año motivados por el incansable coordinador de la Escuela, Félix Rodera. Esta serie de Torneos a pesar de que cuesten dinero realizarlos (recursos humanos, carpas, trofeos, teléfono, árbitros…), tienen un gran interés en su realización. Cada club con buena cantera lo tiene y el motivo es que no sólo supone un reconocimiento para el propio club en la que colaboran distintas categorías en la organización, sino que también supone algo muy positivo a la hora de relacionarse con los ayuntamientos y con patrocinadores. Allí donde ni un equipo de Nacional, ni un equipo de División de Honor Femenina con campeonas de Europa pueden llegar, si lo hacen unos chavales de 10 años. Conseguir aglutinar 200 chavales tiene un efecto rápido en pequeños patrocinios internos y externos, y por lo menos mueve a algún concejal a enterarse de que hay Rugby en su localidad. Para nosotros tendría una llamada de captación clave que necesitamos como la lluvia de Mayo… Y si somos capaces de organizar un buen torneo de Fiestas y un buen torneo de Rugby 7, deberíamos pensarnos arrancar con un torneo para categorías inferiores.
En estos tiempos en los que la crítica en el club se impone como excelente ejercicio de reflexión, sería de ignorantes no recoger el ambientillo de opiniones de socios y jugadores que por fin están cogiendo interés sobre el rumbo de nuestro club. Apatía que siempre hemos criticado y que ahora hay que saber manejar. En este sentido, vamos al grano:
En el torneo del CRC (sede de pozuelo) se disputaron este sábado una competición entre las categorías Jabatos (a las que no presentamos equipo), pre-benjamines (a la que acudimos con 6 chavales/juegan 9 y jugamos por "el estaño"), y benjamines con un equipo completo que a duras penas pudo ganar un solo partido.
Los resultados no fueron especialmente buenos, pero ya se sabe que no es lo que prima en estas categorías. No obstante es un dato que no debemos obviar si queremos progresar, ya que generalmente (no siempre) el resultado está asociado a los fundamentos básicos de juego que los chicos manejan. Hace tiempo que no veo una categoría de los más pequeños majariegos presentarse a un torneo con solvencia. El sábado no fue una excepción, y vimos como escuelas que tienen sólo un día de entrenamiento o que acaban de empezar ya nos superan con mucha facilidad en tres claves: Formación, Cantidad, e imagen. ¿Qué está pasando? ¿hay soluciones? ¿hay reconocido un problema? ¿queremos realmente tener una escuela de cierto nivel? ¿Qué piensan los entrenadores? Juan, Arturo, Yoli, Félix…? ¿Qué piensa el director técnico? ¿Qué piensan los directivos? ¿esto es importante para el club?
Sin duda alguna para que sea un problema, primero tiene que ser una falta de cumplimiento de objetivos, o un desvío de un plan propuesto que no sé si realmente existe por mucho que en asambleas se soliciten. Puestos a opinar, desde mi punto de vista sí que hay problemas muy graves que hay que atajar cuanto antes:
Primero; la Cantidad: Un mal patológico que hay que cubrir y orientar por encima de cualquier cosa. Faltan jugadores en linces, jabatos, prebenjamines, benjamines, cadetes y juveniles. Los motivos pueden ser muy diversos, desde la falta de un plan de promoción hasta la falta de un atractivo que les motive a seguir practicando nuestro deporte. No lo sé, pero alguien tendrá que analizarlo, orientar, y luchar de manera planificada para que algún recurso del club tienda a a cubrir esta deficiencia. En realidad, no necesitamos ni entrenadores hipercualificados, ni equipo en nacional, ni preparadores físicos, ni técnicos remunerados a toda costa. Naturalmente perderemos en calidad si esto no lo logramos, pero no es la necesidad más grande que tenemos ahora mismo. Necesitamos una campaña de promoción inmediata en la que se destine el recurso que sea necesario porque está en juego la supervivencia del club. Necesitamos una estrategia de aplicación con plazos, con objetivos que todos deberíamos conocer, que pongan en marcha el voluntarismo y las sinergias que cualquier asociación tiene y que también existen en nuestro club!
Segundo; la Imagen. Necesitamos recuperar la imagen del pasado en la que se reconocían a los jugadores inmediatamente por sus equipaciones y que daba prestigio a los entrenadores. Es necesario abaratar el coste para favorecer la homogeneización de vestimenta y complementos y que desde ya estén en venta en la oficina!!! Sea la marca que sea, es un motivo de adscripción al club muy fuerte. Estamos en la Sociedad de la Imagen y de las representaciones. Una camiseta de rugby simboliza un montón de valores que podemos y debemos usar. Si no cuidamos nuestra bandera, no reforzaremos nuestro prestigio, y estaremos descuidando nuestro principal factor de entrada al club de jugadores y patrocinios.
Tercero; la estructura. Hay que comunicar quién hace qué y cómo. Estamos realmente muy confusos con los cargos de dirección y para qué sirven. Ya ha costado lamentablemente una renuncia de una persona que ha trabajado durante muchos años con abnegación por la escuela y ni siquiera sabemos muy bien que labor se ha dejado de hacer. Hay que tener alguna meta organizativa. Hay que impulsar la labor de los delegados. Hay que destinar los pocos recursos que tiene el club con coherencia y con planes estratégicos.
Cantidad, Imagen, y Estructura son los puertos a atracar de un barco que se mueve a la deriva y sobre los que hay que construir una estrategia de desarrollo de forma inmediata.