"Majadahonda, Presente, Pasado y ¿futuro?"; por David "Umbral".

Empiezo aclarando, que no se me entienda mal, las interrogantes no quieren formular ningún tipo de duda maliciosa sobre el futuro del club, todo lo contrario, simplemente expresan un poco el momento que atravesamos y la incertidumbre de lo que queremos o podemos plantearnos llegar a ser.

El otro día, hablando con gente recién llegada a Majadahonda me dio un ataque de abuelocebolletismo y aunque reconozco que en mi caso no soy de los más viejos del lugar, si que he vivido diferentes etapas en el club y me sorprendió lo rápido que se puede acostumbrar la gente a los buenos tiempos y lo poco que se tarda en olvidar lo que costó conseguirlo. Voy a obviar de momento el tema deportivo puro y resultadista, me quedo con la construcción y evolución de un club que ha cambiado tanto en los últimos once años en algunos aspectos y tan poco en otros.

Hace once años entrenábamos en un erial, evidentemente sólo había un equipo senior masculino, un equipo senior femenino y la escuela no completaba todas las categorías, tanto es así que hubo que ceder a los tres juveniles que teníamos a otros equipos (Arquitectura) para que pudieran seguir compitiendo. Nuestro rival deportivo era San Isidro, se coqueteó con el descenso hasta el final de liga y al principio de la siguiente el entrenador se piró en el segundo partido. Las chicas comenzaban a terminar una época, con gente muy veterana pero de mucha calidad y empezaban a tener problemas de gente. Teníamos un campo de rugby municipal recién estrenado, una oficina con un administrativo y una junta con bastante trabajo.
Hombre, visto con perspectiva, algo hemos cambiado.

Decía antes que hace once años, sólo había un equipo senior masculino, un equipo senior femenino y la escuela no completaba todas las categorías. La escuela es un tema aparte que daría para escribir una enciclopedia. En este foro es un topic recurrente y muy polémico. Por fin empieza a dar frutos y jugadores formados comienzan a llegar a los equipos senior. Los supertacañones de MdT ya han escrito lo suficiente como para que yo pueda aportar algo serio en tres líneas. Solo me quedo con una cosa, algo que debemos todos tener clarísimo, sin escuela no tenemos futuro. Ni campo. Ni nada.
Uno de los cambio mas importantes es la consolidación del segundo equipo como ente propio y diferenciado del A. Como ya decía Pepe hace años, esa es la referencia que debe marcar el nivel del club, sin un buen segundo equipo, que sirva como transición de la escuela, adaptación de los nuevos, formación de la gente que va llegando, los triunfos deportivos del primer equipo suelen durar lo que aguanta la gente que los sustenta. Así pasó, después del ascenso y de un par de años en Nacional, se tuvo que renunciar a la plaza y otra vez vuelta a empezar. Las convocatorias de 44 con regularidad es un logro que nos hace crecer mas de lo que muchos se piensan y es fundamental el trabajo de todos para la formación y adaptación de los recién llegados al club.

En cuanto a los equipos senior masculino y femenino, ambos han pasado su “travesía por el desierto” particular, disfrutan de un momento dulce pero la sensación de fragilidad no termina de desaparecer del Valle del Arcipreste. ¿Qué pasará con las chicas cuando se vayan Bea y Rodrigo?. ¿Volverán a la época de las Super 12?. ¿El zordismo dará un paso al frente y sostendrá al equipo como lo ha hecho hasta ahora el lado oscuro?.¿Qué resultados se obtendrían sin Ramón e Iván?. ¿El grupo es sólido o coyuntural?. ¿Es un bloque o una conjunción de jugadores?. Muchas preguntas a resolver en los próximos meses y años que pondrán a prueba la estabilidad de las plantillas senior, sus resultados, su modelo deportivo y su futuro.

Evidentemente el modelo de crecimiento del equipo femenino es como para intentar copiarlo, muchas de las recientes incorporaciones no han vivido la época de cuatro o cinco chicas entrenando y convocatorias de doce jugadoras. Los chicos deberían tratar de emular ciertos comportamientos y hábitos que a las chicas les dan réditos importantes, captación de jugadores, comunicación permanente y fluida con entrenadores y staff técnico, organización, trato a los nuevos… Los resultados deportivos de los últimos años son eminentemente positivos, ambos equipos han ganado la liga regional y ambos están jugando solventemente en categoría Nacional. No se si los árboles pueden dejarnos sin ver el bosque y aunque creo firmemente que el trabajo se está haciendo bien no me gustaría que los resultados puramente deportivos alimentaran nuestra particular “burbuja inmobiliaria” y termináramos estrellándonos en las hipotecas basura y las sub-prime para volver a tener otra vez que empezar de nuevo. Yo soy optimista pero cauto. Los próximos meses y años pondrán a prueba la robustez de nuestro sistema y su capacidad para saber gestionar momentos complicados. Veremos que pasa.

Decía antes que hace once años entrenábamos en un erial. Eso ha cambiado, “el campo de tierra de la muerte” ya no existe y aunque a algunos el césped artificial no les guste, les invito a una sesión de placaje en La Sacedilla a ver que les parece. Lo que no ha cambiado en absoluto es la dimensión y espacio para entrenar cuando las plantillas senior se han visto duplicadas. Uno de los grandes retos que tenemos en los próximos años es conseguir el reconocimiento que este club se merece por parte del ayuntamiento, el respeto a unas necesidades que hasta ahora siempre han sido vicarias a las exigencias del fútbol y la obtención de un espacio propio, imprescindible para desarrollar un trabajo de calidad. Esta búsqueda de un espacio propio no es solamente a nivel material si no la individualización del club como referente deportivo de un municipio que pueda apostar por el compromiso con la formación de niños y jóvenes y la exportación de la marca Majadahonda por toda España. No conozco en profundidad el resto de clubes deportivos majariegos pero a excepción del Hockey, ni el Rayo Majadahonda ni el C.B. Majadahonda tienen equipo de categoría nacional ni internacionales senior en sus plantillas. Esa pelea por nuestro espacio vital debe marcar una de las grandes líneas de actuación del Club en los próximos años.

Por último, decía antes que hace once años teníamos un campo de rugby municipal recién estrenado, una oficina con un administrativo y una junta con bastante trabajo. En esto hemos cambiado poco. El campo está un poco mas gastado y los jardineros más viejos pero por lo demás seguimos mas o menos igual. Ese es nuestro principal talón de Aquiles, es imposible gestionar un club que se ha duplicado o triplicado en este tiempo como si todavía fuera un grupo de amigos de Las Huertas. La principal consecuencia de este modelo de gestión es el desaprovechamiento de oportunidades y de recursos que se podrían canalizar y optimizar para el crecimiento sostenible del club. La consecuencia menos visible es que un grupo de personas se encuentran desbordadas de trabajo y acaban tan hartas de la carga que implica llevar un club como el CRM que les terminamos perdiendo para la causa. Es fundamental modernizar la estructura deportiva y de gestión del club. Es fundamental comenzar a pensar en figuras como la de un Gerente. Es fundamental mentalizar a todos los estamentos (padres, escuela, senior, socios no jugadores) que la pregunta no es “que me aporta a mí el club” si no “que puedo hacer por el club”. En estos momentos tenemos los pies de barro y eso no solo implica que el crecimiento es mucho más difícil, si no que en cualquier momento todo se puede desmoronar en poco tiempo.

En fin, el CRM lentamente va dando pasos hacia delante aunque periódicamente entra en un proceso autofagocítico que provoca que con cierta frecuencia se den un par de ellos atrás. Tenemos ejemplos de clubes cercanos que han progresado exponencialmente mientras nosotros seguíamos sin despegar. Hercesa o Industriales deben ser dos referencias claras que nos deben servir como modelo en ciertos aspectos. La gran pregunta que me hago es: ¿Dónde estaremos dentro de once años?. Quién sabe. Eso es lo bonito.